Nunca digas nunca

Nunca digas nunca

Nunca digas nunca.

Para nuestro cerebro es imposible no pensar en negativo. Si yo dijera «No penséis en un perro», inmediatamente pensaréis en un perro, porque todo lo que procesamos lo convertimos en imágenes.

Cuando nos enfrentamos a un proceso creativo en seguida nos aparecen las excusas y los miedos, y muchos de ellos empezarán por «no puedo» o «no soy capaz». Esos mensajes serán tan reales para el cerebro como los mensajes contrarios.

¿Entonces cómo evitar pensar en las cosas que nos impiden avanzar? El truco no está en centrarse en ellas porque al final, no seremos capaces de eliminarlas de nuestra mente. Es mejor dedicarse a visualizar el camino que nos llevará a conseguir nuestros propósitos.

Casi podríamos decir que esto explica cómo un piloto de rallyes es capaz de esquivar los obstáculos del trayecto a tanta velocidad. En realidad en lo que pone toda su atención es en seguir el camino, porque si mira el obstáculo de seguro que acabará chocando con él.

Visualizar el proceso que nos lleva a nuestra meta es la mejor manera de que las barreras se echen a un lado por sí solas.